domingo, 3 de octubre de 2010

Momentos de lucidez

Estoy lucida. Quiero decir que me encuentro ahora mismo en uno de esos momentos de claridad. Donde ves las cosas claras. Casi transparentes. Y sin dificultad. Me suele suceder por las noches, imagino que no será casualidad el que me suceda siempre despúes de disfrutar de mi "cigarro natural". El caso es que me encuentro en uno de esos momentos donde racionalizo con una objetividad alucinante.

Estoy sola. Él se ha ido a Barcelona. Motivos profesionales. El miercoles volverá.Suelo aprovechar estos momentos de distancia para reflexionar. Me viene muy bien.

Y en uno de esos momentos de reflexión, me he visto. Como si estuviese en otro plano y pudiese verme integra. Entera. Como si pudiese ver a través de un aparato de "Rayos X de Sentimientos". Y fuí consciente, una vez más, del gran miedo que le tengo al amor. Del miedo que me produce la sensación de amar. Miedo a sufrir. Miedo a que me rompan el corazón. Miedo a sentirme vulnerable. Por todo ello, imagino me protego. Nunca me descuido. Nunca bajo la guardía. Siempre alerta. Vigilando. Esforzandome por no expresar todo lo que siento. Para no demostrar demasiado sentimiento y así, poder proteger mi vulnerabilidad. Pensando siempre en cada una de las palabras que salen de mi boca, no vaya a ser que mi inconsciente, en un intento de silenciar mi raciocinio, deje escapar aquellos sentimientos que me gustaría gritar y que sin embargho, mi mente lucha por callar. Porque ella piensa, que cuántos menos sentimeintos se demuestren, más protegida estaré. Mientras tanto, ahora mismo, en este momento veo otra realidad. Mientras mi mente sigue dominando mis palabras y mi corazón, mientras mi mente me manipula para conseguir su cometido irracional, dejo de sentir el placer de sentirse amado. Dejo de sentir lo maravilloso que es amar.

No quiero forzrme. No quiero obligarme a tener que escoger los sentimientos que me demuestran, en función del grado de "toca-tecla" que tendrán en mí. Quiero relajarme, dejarme hacer y poder hacer. Sentirme amada y querida sin tener a su vez, el miedo contradictorio de ello. Quiero decir y gritar todo lo que siento sin avergonzarme de ello, sin sentime culpable de un posible desastre emocional, que a raíz de ello, puede desencadenar.

Imagino tendré que leer a menudo esta entrada en el blog. Para no olvidarme, de que en alguna ocasión he reconocido el mayor de mis miedos. Que en alguna ocasión he sido más fuerte para no dejarme vencer por mi mente. Que sé que quiero expresarme y sentir.

Schhhhhhhhhhh

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